Logística Inteligente
La Logística Inteligente es el aprovechamiento de la tecnología y las herramientas digitales para favorecer los procesos de las cadenas de suministros; esto es, el almacenaje, la distribución y el abastecimiento.
¿Qué es la Logística Inteligente?
El Smart Logistics es el tipo de logística que involucra dispositivos inteligentes en su aplicación. Este tipo de logística se enmarca dentro de la Logística 4.0 sin llegar a ser sinónimos pues esta última hace referencia a un concepto más amplio emanado de la Cuarta Revolución Industrial.
Cómo se aplica el Smart Logistics
En la práctica, la Logística Inteligente tiene como base la conectividad. Esto significa que los procesos interconectados con las aplicaciones inteligentes basadas en el manejo de datos son las que permiten procedimientos controlados en tiempo real.
Para ello, los sistemas de gestión logística deben integrar softwares específicos de acuerdo con la finalidad de cada etapa logística. Algunos de estos programas informáticos irán dirigidos al tracking de unidades para un seguimiento de las rutas; otros, se enfocan en la automatización de terminales en la logística portuaria; unos más se dedican al control de stock en almacenes, etcétera.
Por otro lado, es recomendable que no sólo se dependa de las innovaciones tecnológicas sino combinar con las ya probadas estrategias como lo planes de abastecimiento o el Cross-Docking para lograr resultados mucho más eficientes en términos de costes y reducción de tiempos.
Tendencias de la logística inteligente
Las soluciones digitales en el sector logístico y del transporte para agilizar las operaciones es la nueva tendencia del sector. Esto implica el uso de:
- Big Data. Recolección de datos y su análisis para anticiparse a las necesidades de los clientes.
- Inteligencia Artificial. Su implementación sirve para trazar la mejor ruta de entrega en tiempo real con vehículos no tripulados.
- Internet de las cosas. Se trata de la conexión de objetos para hacer más eficiente su función; en logística se usa, por ejemplo, para utilizar un menor espacio de almacenaje.
- Termografía. Permite controlar la temperatura de la mercancía, algo esencial en la cadena de frío.
- Geolocalización. Ayuda al rastreo de paquetes y envíos de mercancías.